Sadiq: “Cada punto cuenta para nosotros y se ve que, paso a paso, vamos mejorando y a por más”
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Tal día como hoy, en 1979, el Valencia CF conquistó su quinta Copa del Rey. El equipo se enfrentaba en la final al Real Madrid, que venía de ser campeón de Liga y por si fuera poco el partido se jugaría en la capital, en el Vicente Calderón. El hambre de títulos que había en la ciudad hizo que Valencia se movilizara, volcándose de lleno en el partido y metiendo 25.000 aficionados en las gradas del estadio, más otros tantos que se dieron cita en los aledaños. Con el factor ambiental, y pese a jugarse en Madrid, el Valencia CF consiguió dar el primer golpe y en el momento que el árbitro decretó el inicio avasalló al Real Madrid con un partido soberbio, a base de solvencia y eficacia.
Aquel 0-2 con goles, ambos, de Mario Alberto Kempes, que firmó una de sus tardes más célebres, se convirtió en uno de los capítulos más brillantes de la épica valencianista y esa final será siempre recordada como ‘la final de la Senyera’, en referencia al equipaje que lucieron los jugadores. Manzanedo, Carrete, Cerveró, Ricardo Arias, Botubot, Saura, Castellanos, Solsona, Felman y Kempes formaron el once titular. El Real Madrid dispuso de un penalti que pudo empatar momentáneamente el marcador con 0-1, pero el lanzamiento de Quique Wolff se estrelló en el poste de la portería defendida por José Luis Fernández Manzanedo.
Aquel Valencia CF conquistó tres títulos en apenas año y medio (Copa del Rey, Recopa de Europa y Supercopa de Europa) y se ganó su capítulo a parte en el imaginario colectivo del valencianismo. El encargado de levantar la Copa en aquella mítica final ante el Real Madrid fue el capitán, Pepe Carrete.
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